El origen de la tapa, identidad cultural de nuestro país

Salir de bares, socializar, recorrer las calles, la cultura… Si un concepto está arraigado en nuestra cultura es: «todo es mejor cuando se comparte». Y esta frase tal vez sea la que mejor define la esencia de la tapa, por la cual la RAG (Real Academia Gastronomía) incide tanto en patrocinarlo como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco.

El origen del término «tapa» se remonta allá por los años 1900 en Andalucía, pero el hecho de servir porciones de comida con la bebida se remonta a la edad media en España. Una de las teorías más famosas es que el Rey Alfonso X “El Sabio” ordenó a los mesones castellanos acompañar al vino con porciones de jamón, queso o chorizo con el objetivo de evitar que el vino subiera muy rápido y así evitar borracheras en los comensales.

Pero a pesar de que el «tapeo» ya forma parte de nuestra identidad, la necesidad de reinventarse y expandir los límites y las fronteras han explotado todo el potencial de estos bocaditos llegando a transformarse en auténticos platos gourmet, llegando a celebrarse ferias e incluso homenajearla el tercer jueves de junio. Muchos restaurantes españoles fuera de la frontera han aprovechado la auténtica identidad de las tapas para deleitar y sorprender los paladares londinenses, neoyorquinos, parisinos… De hecho en la actualidad es difícil encontrar una gran ciudad que no ofrezca tapas españolas