En varios de los congresos de Euro-Toques a los que he asistido, he tenido el gusto de compartir momentos inolvidables con el gran Chef Juan Mari Arzak y con su hija Elena, a los que que me une una gran amistad y respeto. Me confesaba Juan Mari, que desde bien niño, sentado en el pequeño comedor que había junto al salón de la casa familiar, observaba a su madre que servía sus propias recetas. Ahí se dio cuenta de que su camino no era otro que el de la cocina.

Muchas veces, hablando con su hija Elena, ella me recordó la importancia que tiene ser humilde y trabajar y trabajar, haciendo las cosas lo mejor posible, llevándonos siempre por nuestra imaginación, como la de un niño, pues como la propia «Elena Arzak» me confesaba «El éxito implica siempre en pensar como un niño«